martes, 14 de octubre de 2008

El destino lo quiso


Eramos parte de ese mundo que construimos en la distancia, eramos los vencedores de un destino incierto; eramos los niños que aprendiamos a crecer; eras mi maestro en la sinceridad.Partes de aqui en busca de tus sueños...A llegado ese momento que nos acabaria por vencer, elijo mi camino y ya no de tu mano...partes en busca de un sueño por el cual anelamos juntos.Tranformaras la distancia, en algo aún mayor que estos KM. Cumplimos los mandatos que nosotros mismos nos inpusimos, desagarramos las palabras, piso la tierra como siempre me has enseñado, mientras tu vuelas a tus sueños como yo lo hacia en su momento.Partes a una distancia aún mayor, mientras yo me quedo aqui espectante de tu felicidad; nos hemos llevado lo mejor de cada uno, conservamos esta amistad, este extraño pacto secreto que lo sellamos con largas confesiones, con mutismos y conesjos.Soy feliz en este camino que eleji, que poco a poco voy construyendo, como lo anunciaron tus predicciones, con otras manos, reflejada en otros ojos.Tu camino va sembrado de nostalgias, de sueños por cumplir, de aromas nuevos.Partes de aqui, sin haber estado nunca...hoy fortaleces este lazo que nos une mas alla de las palabras.Vuelas en busca de un sueño y yo prefiero navegar en este inmenso amor que voy descubriendo y tus brazos esperando por si nuevamente vuelvo a caer.Este silencio que fue nuestro amor lo cerramos con aquel nostalgioso abrazo una tarde de marzo. Esta incanzable amistad se mantiene entre mis tormentas, tus enojos, nuestras histerias.Comienzo a extrañar ya tus palabras, pero se que volveras, cambiado, con mas sueños y alli estare para compartir ese nuestro café.
Hasta pronto amigo del alma, de sueños.

martes, 5 de agosto de 2008

Faltabas

No fue lo mismo son tiA tu encuentro fueron mis pasos y no te encontre, no estabas esperando mis palabras.Tus calles vacias de nuestras risas, vacio de tu presencia.Fue Rosario sin ti, sin esa mirada que cautiva mi alma...sin las promesas de este mañana tan incierto.Estaba el vacio de mi alma pidiendo por tu presencia y tu alli distante en esa lejania de kilometros, de mares que se interponian...Y yo aqui planeando este mañana tan proximo, tan esperado...este mañana con el encuentro de tus brazos, de tus labios.No, sabes que no sera lo mismo tu ciudad sin ti, pero te dejare mis fantasmas para que cuando vuelvas encuentres mi perfume dando vuelta por alli, hasta que nuevamente te tenga, me tengas frente a ti.

martes, 3 de junio de 2008

Olvidos y Recuerdos


Ella va caminado por una vereda poco transitada, portafolio en mano, bufanda, tacos y los últimos pensamientos vagos sobre la clase que acaba de terminar…hace años que había tomado el papel de docente en el aula para dejar de ser la alumna, hace mucho tiempo que el Derecho se había convertido en una profesión para la docencia. La tarde se presenta triste ante sus ojos, las baldosas se resquebrajan bajo sus pies y las hojas del otoño sirven de colchón para sus pasos; el sol comienza a partir, ella va con sus pasos lentos, fugándose a un cúmulo de recuerdos, de su mirada se desprende cierta melancolía y algo de nostalgia.
Juan había partido hace demasiado tiempo, aún recuerda esa tarde que sin previo aviso el junto sus cosas. Ella había llegado de la facultad y ahí estaba él, junto a sus maletas cerca de la puerta y al verla simplemente pronuncio un par de palabras que ella no supo entender. –Me marcho- dijo él, con una voz segura- este sitio ya no es para mi, no llores prometo llamarte cuando encuentre el lugar que el lugar que me esta esperando.
¡No llores!, todavía resonaban esas dos palabras en los oídos de Aldana, ¡no llores! Pero que infamia! ¿Qué esperaba? Que tras su partida sin aviso, sin peleas, sin gritos desesperados, sin llantos histéricos, ella permanezca muda, inmóvil, fría; así fue durante los primeros minutos de su ausencia, un beso en la mejilla y su silueta borrándose tras la puerta fue lo último que supo de él. Ella solo alcanzo a decir “aquí te esperare por siempre”[1].
Habían pasado demasiados años desde aquella tarde, todo había cambiado hace mucho tiempo, ella ya no era la misma y en su nostalgia sabía muy bien que el tampoco. La ciudad comenzaba a tornarse oscura y los últimos días de mayo anunciaban la llegada de un nuevo invierno, mientras ella seguía caminado sin rumbo, sobre sus pies pesaban los pasos andados en aquellos días, desde la partida de Juan se sucedieron varias historias: la marca imborrable que dejo en su cuerpo el desamor y la cobardía para seguir adelante sola; el viaje a Europa como siempre habían añorado los dos, pero fue Europa en invierno sin él lo que ella conoció; varios amores del cual surgió Martín. Martín era un reconocido arquitecto, dulce, comprensivo, protector y tantas otras cosas que ella no sabe; se conocieron con Aldana en una cena de amigos, la historia fue apresurada como también el casamiento. Hacia cuatro años de este suceso y al contrario de lo que esperaba ese matrimonio era la causa de sus mayores soledades, solo ahora podía darse cuenta que hace ya 4 años que compartía sus noches con un perfecto extraño. Sin más que el frío en sus manos y el portafolio que comenzaba a pesar, ella decidió ir al bar.
Él esta sentado en el café, haciendo tiempo sin saber bien para que, hace 5 minutos que espera el cortado, recuerda cuanto le gustaban los cortados de este café al cual hacia tiempo no concurría. En su rostro se ve que su edad ronda los 35años más o menos, sin embargo su mirada revela muchos más. Ojeando un viejo diario queda sumido en intoxicantes recuerdos que trae a su memoria la imagen de una pareja. Parece ayer cuando en los pasillos de la facultad de Derecho la había visto, él esperaba junto a unos pocos compañeros rendir su última materia, recuerda que a pasar de los nervios se acerco a hablarle, -Te ofrezco un café y casarte conmigo si apruebo esta mesa- dijo el con un tono de voz muy serio, ella río sin comprender nada y él volvió a insistir, bueno dijo ella y todos alrededor lo quedaron mirando como si ambos estuvieran locos. Fue así que se conocieron, el rindió bien y ella no tubo otra opción que aceptar el café, el casamiento nunca llego por razones que recién hoy puede reprocharse a si mismo[2].
De golpe vuelve en si y ve la taza vacía, sin darse cuenta tomó el cortado sin percatarse de ello, ni siquiera recuerda el momento en el que el mozo le trajo la taza; recién pudo ver que el reloj había consumido los últimos minutos de la tarde, recién pudo ver que el tiempo se había robado sus horas, que había transformado su imagen. Era en este momento que él podía ver que los años habían hecho de él una simple maquina que se movía al ritmo de la sociedad; quiere recordar al muchacho que había salido una tarde en busca de sus sueños, el mismo muchacho que tiempo después encontró un puesto jerárquico en un banco y con los meses una esposa, que hoy reclamaba hijos que el no sabe si quiere tenerlos.
Son demasiados los pensamientos que le invaden, es demasiado el tiempo que ha pasado; ahora es cuando comienza arrepentirse de la cita, pero al fin toma valentía paga la cuenta y traviesa la ciudad en busca del viejo bar.
Entra y toma asiento en la misma mesa que hace 10 años, le pide al mozo un café y cierto miedo lo invade, ¿sí no la reconoce? ¿sí no acude a la cita?.
Juan recuerda que ella antes que el partiera, prometió esperarlo por siempre y que él también había hecho su promesa de llamarla apenas encuentre su lugar.
Por alguna razón èl no llamo y ella con el tiempo dejo de esperarlo y comenzó una vida sin él.[3]
Hoy muchos años después se volverían a encontrar, en el mismo bar, en la misma mesa pero ya muy distintos los dos.
De pronto ella apareció tras la puerta, se veía casi tan igual que ayer, la misma risa la misma lágrima contenida, lentamente se fue acercando a la mesa y tomo asiento, lo saludo con un cálido pero rápido abrazo.
Él se veía tan distintos a los ojos de ella, no era el adolescente que partió sin razón, se podía distinguir que su rostro estaba corroído por el filo de una navaja abría estado buscando recuperar aquel rostro de hombre adolescente; se podía ver en su mirada más nostalgias que las esperadas y una luz de alegría por tenerla nuevamente frente a él.
Aldana ya no era la tímida adolescente y Juan lo pudo ver, en sus manos se podía ver que tras el frío de la noche, estas parecían marchitas. Sus manos podían hablar de su historia, en las muñecas él pudo distinguir que algo malo había pasado; Juan tomo las muñecas en sus manos y acaricio la cicatriz suavemente, antes que él pregunte ella dijo:- no dolió, fue una leve sensación de hastío que me invadió al tiempo de tu partida. Él sintió una culpa inmensa desprenderse de su cuerpo y una lágrima entrometida corrió por su rostro.
Ella continuo y le contó de su vida, de Martín, del apresurado casamiento, de las soledades, de su profesión y los viajes que le permitió realizar. El también comenzó hablar de su historia de sus viajes, de un matrimonio poco feliz, del tiempo que dedico a olvidar y un olvido que nunca llego.
Ella no pregunto porque no llamo y él no menciono la promesa de esperarlo por siempre.
Los dos sin decirlo, aún hoy, a pesar de los rostros resecos por el tiempo, se reconocían: en sus ojos, podían ver los días en los que se amaron, podían ver aquellos adolescentes que buscaban felicidad en otros lugares, sin saber que estaba frente a ellos.
El solo atino a preguntar porque ella no dijo nada y dejo que se marche y ella respondió que eran muy jóvenes para abandonar sus sueños, que eran muy jóvenes para atarse a un mañana tan incierto. Ella dijo que solo hoy podía ver que ese amor nunca había quedado olvidado, que hoy entendía porque Martín le parecía un perfecto extraño.
El la miró, apretó fuertemente sus manos con las de ella y pronunció un te amo, ella se acerco y acarició los labios de él.
Aldana sabía que aquella historia nunca había concluido, que siempre había quedado abierta a un mañana; pero también comprendía que el extraño que la acompañaba en la rutina diaria, el que la acompañaba cada noche en su lecho no era el provocador de esas soledades. Martín en estos 4 años fue el compañero que no pregunto, que simplemente se sentaba a su lado cuando ella sin razón prefería callar, era Martín el extraño que prefirió quedarse a su lado aún sabiendo que ella nunca lo amaría con el alma, era él quien consolaba sus los llantos que aparecían sin alguna razón; Juan en cambio era el fantasma que vino del pasado, él mismo que ella por tantos años busco olvidar, Juan aparecía ahora de la nada, un simple llamado hace 2 días y la invitación a este café, era Juan que aparecía del mismo modo que se marcho, venía aún sabiendo que estaba atado a alguien al igual que ella. Juan para decepción de ella seguía siendo el mismo egoísta que no pensaba en que alguien estaba esperando por él, lanzaba un “Te Amo” sin pensar en las consecuencias de ello.
Ella en este momento se sentía una tonta, estaba aquí frente a un hombre que la había abandonado, estaba frente a él esperando que milagrosamente el tiempo enmiende este odio que le provocaba su presencia. Fue recién entonces que Aldana se acerco, lo miro intensamente, teniendo entre sus manos las de él, ninguno podía soportar el dolor de los últimos años, ambos se sostenían la mirada entre lágrimas; mientras él le acariciaba el rostro, ella se fue acercando. Se enredo en un beso, beso estos labios del hombre que estaba frente a ella, buscaba al adolescente que la dejó, intentaba permanecer en un instante que se congele por la eternidad…se aparto lo miró un largo instante, de su boca se desprendieron un par de palabras que él no pudo entender; lentamente ella se levanto agarró el portafolio y se marcho tras la puerta, en casa la esperaba Martín y una vida construida con demasiado esfuerzo[4].
[1] Son en los momentos de adiós sin previo aviso que uno promete tantas cosas, Aldana en esos tiempos aún no comprendía que siempre era demasiado tiempo.
[2] El nunca hubiera imaginado que el día más importante en los últimos 5 años los compartiría con una perfecta desconocida, que llego a él con su risa, que tocó su alma con las palabras. A veces los hombres tiene impulsos que con los años se vuelven inexplicables.
[3] Eran tan jóvenes para atarse a la eternidad que ambos prefirieron olvidar.
[4] Creemos que el olvido llegará que mañana solo un recuerdo será. De Algún modo intentamos que el pasado permanezca allí, lejos. Cuando alguien vuelve de allí nos damos cuenta que nunca lo olvidamos, que su fantasma siempre estuvo presente, porque el corazón nunca olvida a quien amo de verdad.

sábado, 24 de mayo de 2008

Presentación

De mi conoces eso, lo que te doy, un par de palabras verborragicas, unos cuantos sueños rots, alguna lágrima caprichosa que no se puede atrapar.De mi no sabes los mañanas que ya los he sufrido, los ayeres que tadavia no viví; sin embargo sigo siendo aquello que no quisiste conocer, sin haberme aún siquiera conocido. Sigo siendo la mujer que todavia no pude construir, un conjunto de sueños mal logrados, una fatidica felicidad.Soy un fantasma que transita, una cadaver que despierta cuando muere la ciudad; son espectros los que caminan a mi lado cuando el sol comienza a brillar y entre aquella multitud grito mis silecios de una ahogada soledad; son palabras que no escuchas, a las que no puedes acudir, quiza sea porque no puedes ver más allá, para ti soy la plena seguridad, la capacidad de llevar un mundo por delante y no ves que no soy más que un conjunto de miedos escondidos y par de letras que cubren a disumulada timidez.Hace tiempo que mi Jekill no se pasea por aca, mister Hyde se apodera de mi mundo, de algún mundo nose si mio o de alguien más.De mi no conoces mas que lo que el mundo te quiere mostrar.

Letras para un piano sin afinar

Tus manos que me envuelven, mis sueños que se fugan, las palablras que no dices y mis miedos que te invaden.El enamorarse puede pareceserce por momentos a una muerte a cuenta gota, a una letania de los versos a un suplicio de los dias.Y me vuelvo a mis silencios, a esa soledad que ya se vuelve adictiva, a los entre telones de mis dias...camino y te pienso aún ausente, con las calidas sonrisas que traeras con tu llegar.Desando las miradas, te extraño y no estas, no hablas y yo no callo nos miramos y nada más.Tantas lineas que no se comprenden, que no tienen final, que te lloran sin que hayas hecho nada que te extrañan sin que te hayas ido, que te comienzan a querer solo porque si.Porque es en tus silencios que me vuelvo una niña, que me vuelvo a encontrar es en tus silencios que hay espacios para esta compartida soledad que no entiende de estaciones, dias horas o costumbres.Vuelvo a mis dias, a la rutina prometiendo nuevamente no quererte, no soñarte...simplemente al a vera de esta sombra esperarte.

Mientras dure

Puedo oirte pero no toacarte, se que estas alli donde no te dejas encontrar que nuestras miradas aún lejanas no saben que decir.Otro dia que transcurre, otros pasos que andar...tu compania que me envuelve en una tibia irrealidad.Ya nose quien eres y me confunde quien soy, te deseo te persigo te comienzo a extrañar, te escribo un par de lineas tontas sin saber a donde regresar, tus manos me acompañan a mi sito a mi hogar y otra ves frente a las puertas de mi mundo comenzamos a hablar de mis deseos de tus no, de mis ganas, de tus miedos, de nosotros, de mis tu de mis vos...y siempre el mismo final la charla abierta para un nuevo encuentro...Se que mis manos te buscaran, se que tus brazos me cobijaran...

Tiempo

El tiempo me fue dejando rastros en mi piel, en mis sueños....desde aqui comienzo a ver como la niña fue quedando atras, tantos inviernos en soledad, tantos llantos sin que nadie los pueda escuchar. La niña fue dejando sus soles para convertirlos en lunas, fue perdiendo la inocencia para comenzar a temer, a desconfiar. El tiempo me fue dejando sin mas que estas miradas que te ofrezco cuando no se que decir, con estas nostalgias de las cuales sales a rescatarme sin saber que decir; el tiempo me condujo a tus manos mientras que mi destino sigue soñando co partir de aqui, mi destino quiere proteger a lo que puede llegar a lastimar. Así te apareces tu con una mirada de niño, con la voz de la ternunra con los brazos de un hombre, apareces tu y el mundo parece perfecto, me remontas aquellas epocas donde mis sueño casi podian ser reales, donde habia un alguien empesinado en cuidarme. Apareces tu con tranquilidad que me deja incierta, con tu paz que me confunde; y no haces caso a mis alborotadas palabras, a mis aceleradas presiones, me miras y sigues aqui callado, observador, me envuelves en esos brazos y me pides que sepa esperar. El tiempo me fue robando las tranquilidades, me fue enseñando a que las lágrimas mas dolorosas son aquellas que fueron por verdadero amor, espero que el tiempo no deje que tus labios se aparten de mi piel, que tus ojos de vayan de mi lado.